martes, 12 de abril de 2011

Causas del fenómeno...

¿POR QUÉ  APARECEN ESTOS PROBLEMAS DE SALUD?
Cada sociedad tiene una forma concreta de enfermar. En la sociedad actual, la industria de la moda, los medios de comunicación y los mensajes “interesados” de la publicidad (productos light, dietas de adelgazamiento, cuerpos perfectos…) nos están diciendo que para tener éxito en la vida es imprescindible ser guapo/a y, que en el caso de las mujeres ser guapa implica “necesariamente” ser delgada.
Las dietas son una práctica habitual en nuestra sociedad, sin que ellos imp0lique, en la mayoría de los casos, una patología, sin embargo, aunque todos participamos de esta situación, es cierto que algunas personas, y en algunas etapas de la vida, tienen unas características psicológicas que les hacen especialmente sensibles a este tipo de mensajes, y seguirlos puede convertirse en una autentica obsesión.
LA FORMA Y EL MOMENTO PARTICULAR EN QUE CADA PERSONA VIVE, SIENTE ASIMILA O INTERIORIZA DICHOS MENSAJES CONTRIBUYE ENTRE OTROS FACTORES, A QUE ENFERME O NO.
Esto es así porque cada persona tiene una historia particular, una forma de entender la vida, de enfrentarse a los problemas, de resolver los conflictos, y, por supuesto, tiene una opinión sobre si misma que en ocasiones puede no ser satisfactoria. En definitiva cada persona tiene su propio carácter y personalidad.
En la adolescencia, la búsqueda de una identidad propia, la progresiva autonomía y la integración en grupos fuera de la familia hace que los jóvenes busquen modelos a quienes parecerse y con quienes identificarse, lo que es hace más vulnerables a las modas.
Lo habitual en los adolescentes es que sienta una mayor preocupación por su aspecto físico y que realice cambios en los hábitos de vida, como por ejemplo en las comidas, que puede tratar de restringir, en los horarios…Todo esto es normal, pero y aquí está la sutil diferencia, cuando los adolescentes “sienten” que el cuerpo es un vehículo principal de aceptación en el grupo y por tanto de triunfo social, corre el riesgo de enfermar.
Sin embargo, si estamos atentos a su desarrollo y podemos valorar los cambios que en ellos se van produciendo, se puede cuanto menos detectar de forma precoz las señales que nos alertan de que algo está sucediendo, como muchas veces lo observan los propios padres u otros miembros de la familia o de su entorno (amigos, profesores…)

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